sábado, 12 de noviembre de 2016

JUVENTUD, DIVINO TESORO


        Opinaba el genial Gila que la modernidad había traído muchos adelantos, pero también no pocos atrasos, como la falta de comunicación entre padres e hijos. En su época la cosa era diferente. "Cuando yo, por ejemplo, llegaba tarde a casa, mi padre se sentaba conmigo y me decía: "la próxima vez que llegues tarde te doy una patada en la cabeza que te reviento." Y yo lo entendía. Había comunicación". Otro grande, pero que muy grande, mi nunca suficientemente venerado Louis CK, con respecto a la juventud y su inclinación al berrinche, afirma: " Lo que trato de decir es que deberías hacer tu trabajo. Porque es "tu" trabajo. Porque eres la persona encargada de hacerlo. Así que, hazlo. Hazlo de puta madre. Me pone del hígado cuando alguien tiene un trabajo que no le gusta y, como no le gusta, en vez de hacerlo de puta madre, lo hace de puta pena. Si haces una chapuza, ¿no es, en realidad, peor para ti? Yo viajo mucho. Así que necesito ayuda todo el tiempo. Cuando alquilo un coche siempre quiero otro. Voy al mostrador: "¿Me podéis dar otro coche?". El que me atiende suspira, resopla, pone los ojos en blanco:"¿Por qué?" "Porque soy un capullo, Dámelo de una vez, hostia." "¿Que tiene de malo el que le entregamos?" . "Que estoy como una cabra. Eso es lo que tiene de malo. Llevas un chaleco a juego con el edificio. Simplemente haz lo que se supone que se hace en este local.  ¿A qué viene esa actitud? ¿Sabes a qué viene? A que tienes veinte años. A eso viene. Viene a que eres un gilipollas de veinte años y no tienes ni idea de cómo funciona el mundo. Y es que crees que te mereces algo mejor. Crees que eres una persona demasiado interesante como para tener un trabajo de mierda. Cada veinteañero que me encuentro detrás de un mostrador tiene esa pinta: "Ah, este trabajo es una mierda". Exacto. Precisamente por eso te lo hemos dado a ti. Porque tienes veinte años. Lo cual es una garantía, desde un punto de vista matemático, de que no tienes ni una sola destreza, ni una sola habilidad, ni nada que ofrecer a absolutamente nadie en el mundo entero. Tienes veinte años. Durante dos décadas lo único que has hecho es gorronear. Educación. Afecto. Comida. Ipads. Venga gorronear. Y venga juzgarlo todo; "Um, sí, está bastante bien, mola" o "no, no mola", Venga seleccionar cosas  y absorber recursos de los que, ni de coña, te has hecho merecedor. Durante dos décadas! Cinco legislaturas, ese es el tiempo durante el que has sido, única y exclusivamente, un lastre. Eres como una naranja que se está pudriendo en el árbol . El árbol te da codazos para que te caigas de una vez y tú: "No me quiero ir. Me quiero quedar". Si tienes veinte años te garantizo que jamás has hecho nada por nadie. Jamás. Sí, fuiste de excursión a Guatemala y te dijeron que habías ayudado, pero te aseguro que no ayudaste en absoluto. Te dieron un pico, vale. Te hiciste una foto y la subiste a Facebook. Eso es todo lo que has hecho en veinte años".


En lo referente a los jóvenes deberíamos hacer un ejercicio de humildad; los jóvenes actuales viven sometidos a demasiada presión. El futuro que les aguarda es mucho más incierto que el nuestro. Más incierto y, seguramente, peor. Lo que nuestros jóvenes son hoy obedece también, en gran medida, a los trabajos en barro que nuestra generación ha hecho en sus tiernas cabezas. Tenemos nuestra porción de culpa, claro que sí, tanto por el mundo que les prometimos como por el mundo que les dejamos. Eso en la teoría, desde la distancia del geómetra, desde la altura del pedagogo. En la práctica, en el cuerpo a cuerpo, cuando dos genios como Gila y Louis CK pontifican como aquí hemos recogido, a uno sólo le queda apretar bien los labios, bajar la mirada y decir: Amén.






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